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Mostrando entradas de marzo, 2020

un golpe de realidad

Ayer fue el primer dia que me costó dormir. Tengo la buena suerte ーa lo mejor se trata de fuerza de voluntadー de ser capaz de desviar mis pensamientos, de obviar el bucle. Que no significa eliminarlo, desmigajarlo, que sea inexistente, pues al día siguiente sigue ahí, más fuerte que nunca. Pero por lo menos lo puedo controlar por la noche. Y puedo dormir.  Pero ayer casi gana la batalla.  Ya la ha ganado en mi estómago, inestable desde hace semanas. En mi pecho, que palpita demasiado, que llega a doler. En mi cabeza, punzante. En mis pensamientos. Ayer saqué al perro. Por él y por mi, porque ambos estábamos nerviosos. Fue un paseo corto, pues es mayor y no necesita mucho más. Pero allí mismo, al darme la brisa en la cara después de cinco días sin salir de casa, al mover las piernas por un terreno asfaltado, al oler los diferentes aromas de las calles, la realidad golpeó. Y todo me pareció tan irreal todavía... sí, golpeó, pero no se puede asimilar. Porque nos olvidamos de ella

ansiedad Social

Te gusta estar rodeada de gente, te gusta sentir su energía. La energía que desprenden, lo que sienten, lo que dicen. Te fascina la mente humana, su funcionamiento y la interacción social. Te gusta observar. Te gustaría poder ser como ellos. Disfrutar. Levantarte, ponerte a bailar. Porque siempre te ha gustado bailar, pese a no tener mucha seguridad y pese la tendencia a perder el ritmo. Te gustaría unirte al coro de risas, de comentarios banales. Te gustaría ser tu misma, que vean quién eres. Que vean que la seriedad es una máscara de la que te quieres desprender. Pero no puedes. Todos se levantan, todos se acercan al punto de encuentro, mueven las extremidades al ritmo de la música. Les da igual equivocarse, simplemente se dejan llevar. Pero tú no puedes. Querrías unirte. Pero te van a juzgar. Verán que te cuesta, que no encajas. Se reirán, verán que es impropio de ti hacer lo que hace el resto de gente. Porque nunca lo has hecho, pese a querer hacerlo siempre. Y es que nunca