Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2020

Tanteando el terreno

Había descartado por completo la posibilidad de poder desarrollar mi imaginación más a allá de la barrera de mi propia mente. Se me ha escapado a veces, eso sí, pero nada más que un papelito en el que podía escribir cuatro ideas tras una mirada entelada y juzgadora. Ha sido duro, lo ha sido, pero a penas puedo recordar cómo me sentía en ese momento. Ha pasado casi un mes y siempre me sorprenderá desagradablemente cómo funciona la memoria. Porque es algo que se escapa de mi control, se deshace. Es como esa colonia que se adhiere a la prenda y que va perdiendo su esencia a cada lavado, pero que queda allí, como un pequeño resquicio de lo que fue. Siento que más de la mitad de la vida se va perdiendo a causa de la memoria (o del detrimento de esta), a causa de ese sistema, esa defensa que tiene el cerebro ante la saturación de información. Es algo que se agradece en parte, pues no creo que mi cerebro aguante mucha más información, pero a su vez es un duelo continuo porque me gusta recorda